Haciendo camino al andar (5)
Del secreto y la vergüenza a la dignidad y la libertad: Memorias centroamericanas sobre el quinto Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales
A finales de mayo, en Cuscatlán, El Salvador, tuvo lugar el 5to. Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales. En este espacio compartimos algunas de las voces de activistas, investigadoras y promotoras, protagonistas del encuentro.
Por: Paola Cantarero (Nicaragua)Laura Contreras (El Salvador), Nubia Lazo (El Salvador), Madie Gil (El Salvador), Elizabeth H. Rivera (El Salvador), Melissa Escoto (Honduras)
Resumen:
Durante el mes de mayo, en conmemoración del mes de la salud menstrual, Centroamérica fue anfitriona de un evento internacional enfocado en promover la dignidad menstrual, el 5to. Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales. Educadoras, activistas, investigadoras, terapeutas, artistas y promotoras de la salud centroamericanas se llevaron aprendizajes y reflexiones que les ayudarán en sus espacios de incidencia en temas de menstruación. Educación menstrual, Derechos Humanos, Dignidad Menstrual, Salud Menstrual.
Durante el mes de mayo, en conmemoración del mes de la salud menstrual, Centroamérica fue anfitriona de un evento internacional enfocado en promover la dignidad menstrual, el 5to. Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales. La cual es una iniciativa clave de la Escuela de Educación Menstrual Emancipadas, proyecto independiente con sede en Medellín, Colombia. El mismo tuvo lugar los días 26, 27 y 28 de mayo del año en curso en Suchitoto, en el departamento de Cuscatlán, El Salvador. En este encuentro se reunieron 78 educadoras, activistas y promotoras de la dignidad menstrual de Latinoamérica y el Caribe, así como otros territorios internacionales con el objetivo de compartir conocimientos, visibilizar proyectos e investigaciones, promover herramientas y programas exitosos y crear redes entre las diferentes participantes.
Es la primera vez que en este espacio participaron un grupo de 30 centroamericanas para fortalecer su trabajo con infancias, adolescentes y personas adultas, ahora más motivadas a integrar la atención de la pubertad y la primera menstruación, así como el cuidado y la salud menstrual en los programas de educación sexual integral en los diversos campos en los que actúan, con un enfoque de derechos humanos y basado en la dignidad humana como principio rector.
Educadoras, activistas, investigadoras, terapeutas, artistas y promotoras de la salud de El Salvador, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua y Costa Rica se llevaron aprendizajes que se traducirán en avances en el tema de derechos humanos e inclusión con énfasis en discapacidad que se vinculan a la menstruación de la región centroamericana.
Memorias de las participantes centroamericanas
La situación que viven las mujeres y personas menstruantes en El Salvador tiene fuerte relación con la forma en cómo se aborda en las políticas públicas los derechos sexuales y reproductivos. Desde el trabajo de la Carpa Roja Tonantzin se ha investigado sobre el vínculo que existe entre los fundamentalismos religiosos, políticos y económicos presentes en los programas de atención a la salud y la violencia que se ejerce sobre las mujeres por tal razón, principalmente, en la escuela, los espacios de salud y religiosos (Lazo, N. y Ganuza, C. 2023). Por lo que el encuentro reafirmó, a través de las ponencias, conversatorios y talleres, que la falta de condiciones que reconozcan la dignidad menstrual de las infancias, juventudes y mujeres adultas y otros aspectos relacionados a su ciclicidad, forman parte de una estrategia regional de grupos fundamentalistas en priorizar el binomio madre-hijo (a); y con el que se perpetua la discriminación y la violencia sistémica hacia las mujeres en todas las etapas de la vida, quieran o no ser madres; ejemplo de ello es la falta de un programa especializado para atender la salud de mujeres en climaterio y menopausia.
Retomar la lucha por el derecho a una vida libre de violencia desde sensibilizar y visibilizar la violencia ginecológica que viven las personas menstruantes, en especial las mujeres disidentes sexuales, con VIH-Sida y las personas con discapacidades, en cualquier etapa de la vida, es necesaria para la justicia menstrual y cíclica.
Nubia Lazo Villalta
Comunicadora y teóloga feminista
Carpa Roja Tonantzin El Salvador
Ahora, se sabe cuánto necesitaba El Salvador un encuentro sobre educación, salud y activismo menstrual. Como artista y activista menstrual, es imperante ser consciente de la importancia de abordar el tema de la menstruación de manera académica. Sin embargo, formar parte del encuentro ha permitido resignificar desde el conocer los contextos y las necesidades específicas de cada país latinoamericano la menstruación, y cómo cada activista y profesional lo aborda desde sus propias experiencias.
Comprender que la menstruación no es exclusiva de las mujeres; es un tema que debería interesar y estudiarse por igual para todas las personas. Reconocerlo, visibilizarlo y politizarlo se vuelve fundamental. Este encuentro también enseñó la importancia de unificar el discurso para comunicar efectivamente el tema. Permitió modificar los métodos como educadoras menstruales en El Salvador para adaptarlos a nuevas perspectivas.
Además, reforzó la idea de que la menstruación es un tema independiente de la educación sexual. En Centroamérica, es común abordar ambos temas de manera conjunta, pero en realidad son dos áreas importantes que deben tratarse de forma distinta y por separado.
De manera más personal, este encuentro ha humanizado aún más a todas las participantes, en especial a las artistas, porque ha permitido la confrontación de las realidades y desafíos que enfrentan las salvadoreñas, y ha recordado que hay mucho por hacer, enseñar y seguir luchando. Porque menstruar libremente es un derecho que aún está lejos de ser una realidad para muchas personas.
Madie Gil
Artista escénica y activista, El Salvador.
El encuentro permitió que 85 mujeres de 15 países del mundo, principalmente Latinoamérica, se reunieran a compartir experiencias, aprendizajes, estudios, investigaciones y expresiones artísticas, alrededor de la menstruación. Que este año, esta actividad, se realizara en El Salvador fue un gran paso para las personas que trabajan en este tema en la región, ya que permitió visibilizar de alguna manera el activismo por el que las iniciativas luchan desde sus propios espacios. Este evento, dio lugar a la hermandad, de sintonizar en el mismo canal y de generar espacios de nuevas amistades entre personas que a veces se sienten solas en estos andares, mientras hablan de estos temas que aún son un tabú en la sociedad actual.
“Desde lo más profundo de mi corazón, me sentí feliz de participar en este espacio. En este momento, estoy pasando por una crisis que me ha hecho cuestionarme todo el trabajo que hago alrededor de este tema y estaba a punto de tirar la toalla, cuando llegó el encuentro. Estas mujeres hermosas con las que he compartido estos tres días, el calor humano, el calor intelectual y el calor de Suchitoto nos permitió unirnos en alma, mente y corazón para conversar, cantar y bailar al unísono de nuestros corazones úteros, de nuestra sangre, de nuestro ser. Este encuentro me permitió revalorar todo lo que estoy viviendo”.
Elizabeth H. Rivera, El Salvador
Comunicadora y tallerista
Majá Educación Sexual
Meztli Chocolatl
Libres, menstruantes, sexuales y diversas
El Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales, ha sido un espacio que ha permitido auto convocarnos, nombrarnos y reconocer nuestro recorrido en este andar menstrual. El compartir experiencias, sentires y saberes nos ha sostenido/contenido y sin duda, las redes de apoyo se han fortalecido.
Recuerdo que de pequeña era impensable que yo pudiera hablar sobre mi menstruación o incluso, sobre el placer. Sin embargo, los círculos entre mujeres, son los que me han salvado la existencia y los que me han devuelto a mis raíces. Hemos podido conectar en comunidad. Descentralizar la educación menstrual y poder conocer/reconocer las diferentes vivencias menstruales que se atraviesan en los territorios.
Este encuentro ha sido un amoroso recordatorio de que en diferentes lugares, contextos y realidades, hay una educadora menstrual que contribuye significativamente a la promoción de narrativas más humanas, conscientes y respetuosas en torno al ciclo menstrual.
Les abrazo y honro su existencia.
Desde suelo catracho, seguiremos alzando la pañoleta roja, como símbolo de resistencia.
Melissa Escoto
Directora Gestión Pedagógica
Nosotras la preferimos sencilla, Honduras
A lo largo de nuestra historia, la menstruación ha sido designada como un dolor invisibilizado. Durante mucho tiempo, se nos ha privado del derecho de vivir dignamente nuestra menstruación. Se nos ha inculcado que el menstruar es algo sucio que debe callarse y ocultarse.
Poco a poco, hemos ido revindicando el significado de nuestra menstruación. Espacios, como el pasado encuentro latinoamericano de educación menstrual, son necesarios para visibilizar el trabajo y los esfuerzos de las mujeres y personas menstruantes por cambiar la narrativa actual de la menstruación en el territorio centroamericano.
Esta fue una conmovedora experiencia donde se abrió la oportunidad de la co creación, el compartir conocimientos y experiencias entre mujeres centroamericanas comprometidas con la salud menstrual.
La participación de mujeres jóvenes fue algo que caracterizó el encuentro, las voces de las jóvenes están siendo escuchadas y eso dará las pautas para el relevo generacional.
La promoción de buenas prácticas, nuevas herramientas didácticas y reconocimiento del arte y la música como armas de resiliencia y activismo fue uno de los pilares que nos acompañó a lo largo de este viaje.
Tuve la dicha de conocer a muchas mujeres que al igual que yo, luchamos por una sociedad en la que las niñas con y sin discapacidad vivan su menstruación sin miedo ni vergüenza. Las vivencias que tuvimos en este encuentro estarán siempre en mi ser. Agradezco a todas las mujeres que hicieron posible este maravilloso espacio de reflexión, sanación y compartir.
Paola Cantarero
Educadora menstrual
Fundadora de Menarca la Monarca
Nicaragua