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Boletín digital de Educación Integral en Sexualidad para América Latina y el Caribe

Haciendo camino al andar

Una Rayuela colaborativa - Experiencia colectiva de Educación Sexual Integral

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El Instituto J.M. de Rosas (nivel secundario) presenta un proyecto colectivo que toma la voz de los y las estudiantes, para comprender los modos en que los y las jóvenes construyen su subjetividad. La Rayuela Colaborativa se hace desde una perspectiva integral que incorpora los aspectos curriculares y los modos de habitar la escuela.

Por: Marina N. Trejo y Lisa A. Trejo. La Matanza, Buenos Aires, Argentina.

Palabras claves: trabajo colectivo - ESI - diversidad - rayuela - derechos - salud - prevención - taller

Resumen: A partir del año 2011 en el Instituto Juan Manuel de Rosas se incluye en el Proyecto Educativo Institucional, la Educación Sexual Integral, pensándola como un derecho y una necesidad fundamental dentro de la escuela.

 

En el 2022 surge la idea de un proyecto colectivo que tome la voz de los y las estudiantes intentando comprender los modos en que los y las jóvenes construyen su subjetividad. La Rayuela Colaborativa se hace desde una perspectiva integral que incorpora los aspectos curriculares y los modos de habitar la escuela. En las rayuelas se observa el trabajo colectivo de los y las estudiantes y el acompañamiento docente.

A partir del año 2011 en el Instituto Juan Manuel de Rosas se incluye en el Proyecto Educativo Institucional, la Educación Sexual Integral, pensándola como un derecho y una necesidad fundamental dentro de la escuela. La implementación de la ESI se concretó no sólo en la inclusión de contenidos curriculares, sino también en la consideración de un derecho que posibilita otros.

El Instituto Juan Manuel de Rosas es una escuela de nivel medio que se encuentra ubicada en la localidad de Villa Madero, en La Matanza. La población que asiste es heterogénea. Es pública de gestión privada, laica y funciona en los turnos mañana y tarde, con una población promedio de 730 estudiantes y aproximadamente 80 docentes. Los y las adolescentes que concurren van desde los 11 a los 18 años de edad. Esta institución, en particular, es de carácter abierto y muestra una clara conciencia de la importancia de trabajar la ESI de forma transversal.

Consideramos que toda la comunidad educativa tiene que estar implicada en el trabajo con la Educación Sexual Integral. La institución educativa es el ámbito propicio para la socialización de los jóvenes. En este proceso existen diferentes, modos de ser con el otro, conflictos, encuentro con otros decires y haceres, y es el lugar de encuentro con otros adultos significativos. Consideramos que es muy importante generar estos espacios que permitan el pleno ejercicio de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Por eso, consideramos que la ESI debe trabajarse en distintos ejes: la capacitación docente, el trabajo transversal en los distintos espacios curriculares, los episodios que irrumpen la vida cotidiana escolar y las familias.

La puerta de entrada de la ESI en la escuela se produjo a partir de la escucha de situaciones conflictivas, y aspectos de la cotidianeidad escolar naturalizados, y algunos referidos a la convivencia. A partir de esto, se consideró que era necesario leer, estudiar y poner en marcha la Ley de Educación Sexual Integral N° 26.150 dentro de nuestro ámbito educativo. De esta manera comenzó un camino de formación y luego de implementación. Se creó un equipo ESI que está integrado actualmente por docentes de áreas curriculares diversas, biología, historia, educación física, economía, psicología y literatura, quienes van realizando talleres diversos en cursos, a partir de ejes propuestos anualmente, en paralelo a las prácticas curriculares. La propuesta se hace desde una perspectiva integral que incorpora los aspectos curriculares y los modos de habitar la escuela, haciendo hincapié en los vínculos que se dan entre los distintos actores educativos. La implementación se realiza de manera transversal en la totalidad de los espacios curriculares, con la modalidad de taller y abordando aspectos que irrumpen en la cotidianeidad y temas específicos que hacen a la tarea preventiva.

En el 2022 con un recorrido transitado desde una legitimidad de la ESI en la escuela y con una responsabilidad asumida surge la idea de un proyecto colectivo que tome la voz de los y las estudiantes intentando comprender los modos en que los y las jóvenes construyen su subjetividad y su sexualidad. En línea con la Resolución 340/18 y ya con un equipo referente de ESI que venía trabajando los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) del nivel secundario se profundizan los lineamientos curriculares, articulando los cinco ejes de la ESI: Cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la equidad de género, respetar la diversidad y ejercer nuestros derechos. Es importante dar cuenta de las transformaciones al interior del sistema educativo a partir de las sanciones de leyes ampliatorias de derechos, un marco legal que viene a acompañar a la ESI y que interpela y contiene las prácticas educativas. La Ley N° 26.743 de Identidad de Género (sancionada en mayo de 2012), la Ley N° 27.234 de Educar en Igualdad: Prevención y Erradicación de la Violencia de Género (sancionada en noviembre de 2015). la Ley N° 27.499 Micaela de Capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado (sancionada en diciembre de 2018), la Ley N° 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del embarazo (sancionada en diciembre de 2020), la Ley N° 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán - Lohana Berkins” (sancionada en junio de 2021), el Decreto Presidencial N° 476/2021 (promulgado en julio de 2021) que establece incorporar la nomenclatura “X” en los DNI para reconocer identidades por fuera del binomio masculino y femenino, conocido como DNI no binario. La ESI, en sinergia con las conquistas de nuevos derechos, se constituye en una práctica que interpela tanto a la escuela, como a las familias, a las infancias y juventudes, y a la sociedad en su conjunto.

En sintonía con estos avances legislativos a nivel nacional que atraviesan y enriquecen las prácticas sociales y pedagógicas, la escuela va profundizando constantemente, es así que asumir la integralidad de la ESI implica promover aprendizajes no solo desde el plano cognitivo, sino también desde el afectivo, vinculándolo con las prácticas concretas de la vida en sociedad. Abordar los contenidos científicos y pertinentes sobre sexualidad, pero generando la capacidad crítica de nuestros y nuestras estudiantes para que puedan tener un ejercicio autónomo, consciente y responsable de ésta.

La propuesta de una Rayuela colaborativa fue una manera de visibilizar y poner en valor el camino recorrido, construido con la ESI, su integralidad. En ella se entraman los cinco ejes conceptuales que la conforman y la organizan en clave de derechos. Es importante remarcar que la rayuela no fue una práctica aislada, sino que devino de un recorrido sistemático que la escuela venía transitando. Las buenas prácticas pedagógicas en ESI son aquellas que se construyen a partir de las acciones sistemáticas que docentes y equipos directivos llevan a cabo en una escuela determinada, en el marco del cumplimiento de una política pública y respetando el enfoque integral que la normativa establece. Las buenas experiencias educativas en ESI son aquellas que se construyen en cada escuela de la mano de docentes que planifican, enseñan, se equivocan, revisan sus prácticas, aprenden y mejoran, trabajando en cada territorio -a partir de las propias necesidades— respetando los lineamientos curriculares de ESI desde un enfoque integral —como expresa la ley— en clave de Derechos. (Faur, Lavari, 2018 ) De esta manera la Rayuela se volvió una práctica significativa, pertinente y adecuada para transversalizar todo lo trabajado y continuar mejorando. Pensar la ESI como una tarea colectiva requiere de acciones institucionales concretas ligadas a la democratización de la palabra y de esta manera, junto con las condiciones institucionales, favorecieron la implementación de la ESI de la mano de la Rayuela Colaborativa.

Los docentes referentes de ESI son quienes llevan a cabo la tarea del taller, de forma independiente de lo trabajado en los distintos espacios curriculares. La formación de base de cada uno de los referentes es diversa. Los talleres presentan diferentes didácticas que se adecuan a cada contenido particular, a las edades de los y las participantes, a las necesidades de los grupos y a los intereses expuestos por el estudiantado previamente. Los contenidos y las actividades son pensadas en forma colaborativa entre los referentes de ESI a cargo de los talleres y la coordinadora del equipo. De esta forma, se enriquece la labor y la experiencia de todos y todas. Al finalizar el taller, cada coordinador/ra del mismo, presenta un informe donde se analizan diversos puntos, como ser participación de los y las estudiantes, temáticas desarrolladas, emergentes grupales e individuales, metodología utilizada, herramientas. Luego, a partir de estos, se realiza un análisis cuantitativo y cualitativo que sirve para pensar y elaborar diferentes actividades, estrategias, y dinámicas a futuro, y también conocer la dinámica de los grupos y trabajar con los emergentes.

En cada una de las distintas intervenciones que realizan los referentes en los talleres se proponen repensar la organización de la vida institucional, se tienen en cuenta, además, el trabajo con las situaciones cotidianas que irrumpen en el ámbito escolar, el diálogo con las familias y el análisis del material bibliográfico pertinente. Los talleres de ESI están diseñados y llevados a cabo en un intervalo de entre quince a veinte días dando como resultado varios encuentros por cuatrimestre.

¿Por qué utilizamos la metodología de taller? Porque como instrumento el taller introduce una metodología participativa y crea las condiciones para desarrollar la creatividad y la capacidad de investigación. Además, como dispositivo grupal, habilita un espacio de reflexión e intercambio entre pares y con los docentes coordinadores el cual favorece la puesta en común de los saberes previos, las dudas, inquietudes y por otro lado la importancia de la información confiable y segura que les permite incorporar nuevos saberes y desmitificar otros. El abordaje en grupo de pares, ámbito natural de los y las jóvenes, permite a su vez que se sientan acompañados y acompañadas favoreciendo un modo de aprender a partir de la reflexión. Reflexión que apunta a promover un cambio y por ende apunta a la prevención. La tarea del coordinador o coordinadora, es facilitar y promover el trabajo en grupo, dirigir y orientar sus intervenciones a partir del objetivo propuesto. Si bien como dice Jasiner, -no hay recetas en las intervenciones-, las mismas pueden ser múltiples y dependen de la dinámica grupal. Quien coordina favorece la dinámica, la interacción y la emergencia de los saberes individuales y grupales. En un primer tiempo las intervenciones tendrán un objetivo de alojamiento subjetivo, en el que se favorece la integración al grupo. Momento de construcción de la transferencia, transferencia no sólo con el coordinador, sino con el grupo de pares y con la tarea. La intervención irá tejiendo tramas, en el sentido de hacer presente la subjetividad y así favorecer la emergencia –en el sentido de lo que surge-, de la trama grupal. La “maieutiké”, diría Sócrates, como eso que emerge de la interacción con el otro, pero eso otro que estaba presente en el sujeto y que sólo surge de la relación y la reflexión con el otro. La ESI es ese estar siendo, donde se genera el espacio para que ellos y ellas puedan emerger como sujetos protagonistas.

El planteamiento del encuadre, las diferentes técnicas a trabajar, y finalmente el cierre, se constituyen en intervenciones necesarias para el trabajo grupal, donde el modo en que se posicione el o coordinadora, será favorecedor u obstaculizador del trabajo. La sola presencia de quien coordina, es de por sí, una intervención. Jasiner dice que no sólo se interviene con la palabra. "Las emociones y por ende, la presencia son un punto de intervención, las cuales pueden ir modificándose a medida que pasa el tiempo. El diseño del dispositivo con el que se va a trabajar, el encuadre, las consignas, los ritmos, son intervenciones del coordinador, y darles categoría de intervención es ocuparnos de sus efectos y de su lógica. El coordinador produce algo de una escena. La escena grupal es impredecible, pero no espontánea ni natural, prepararla con cuidado es también una intervención del coordinador” (Jasiner, 2008, p. 181)

Constantemente estamos evaluando las prácticas y analizando datos que nos permitan identificar nuevas problemáticas y demandas, y, en función de ello, repensar nuestros dispositivos de trabajo y también diseñar nuevas líneas de intervención que nos permitan potenciar nuestras prácticas.

¿Cómo fuimos trabajando la rayuela? Los objetivos propuestos para emprender el proyecto fueron, en primer lugar, trabajar la Educación Sexual Integral de manera transversal para generar una escuela más igualitaria y justa. En segundo lugar, integrar aspectos pedagógicos con problemáticas actuales. En tercer lugar, promocionar el trabajo colectivo, solidario y creativo de los y las estudiantes. Por último, reflexionar sobre la igualdad, solidaridad, erradicación de las diferencias, diversidad, derechos sexuales y reproductivos, la perspectiva de género, revisando conceptos como género, identidad de género, expresión de género, estereotipos, discriminación, diferencias, diversidad, amor, igualdad, violencia.

A partir de los ejes trabajados surgieron las siguientes frases: “Los derechos nos enriquecen y el respeto nos une”, “Ser yo no debería doler”, “Tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos”. “No estás solx”, “No a los estereotipos sociales”, “Nadie tiene derecho a decidir por vos”, “No somos invisibles”, “El amor sobre toda diferencia social”, “Todos tenemos algo que aprender del otro”, “Elegí tu camino no dependas de los demás”, “Sin empatía no hay sociedad”, “Respeto, confianza, relación sana”, “Donde gobierna la desconfianza, no puede gobernar el amor”, “La violencia no es amor”, “No nos enseñen a negar. Eduquen para no acosar”, “El amor que buscás sólo lo vas a encontrar en vos mismo”, “En un mundo que nos enseña a odiarnos, amarnos es un acto revolucionario”, “Mi forma de vestir no define mi género”, “No se trata de tener derecho a ser iguales sino respeto a ser diferentes”.

Las herramientas utilizadas fueron desde videos, role playing, láminas, debates, noticias periodísticas, juegos, cuentos, películas, etc. Según el grupo de pares, se pensaron las herramientas y la dinámica para trabajar. A partir del trabajo en los talleres, cada grupo pensaba frases que tuvieran que ver con el objetivo trabajado. Luego de pensar y reflexionar sobre las mismas, cada curso eligió una con la que se sintieran identificados e identificadas o que les haya impactado o que quisieran que quedará plasmada en la rayuela. Para culminar, cada grupo, acompañado por quien coordina, pensaron un dibujo para colocar la frase. Los cursos de la escuela son 24, por lo que se pensó en dos rayuelas de 10 cuadrados cada una, pero que tuvieran “un cielo y una tierra”, inicio y fin. Se procedió a emplazar una en cada patio y se decidió que la del patio de planta alta la realizara 1er ciclo (1ero, 2do y 3er año) y la de planta baja, 2do. ciclo (4to, 5to y 6to año). Cada curso eligió un espacio y se procedió a dibujar cada cuadrado. Para ello acompañaron los docentes de artística de la escuela. Ponemos en valor que el trabajo colectivo y participativo del estudiantado fue dentro de un clima agradable, la apropiación del proyecto por parte de los chicos y las chicas va de la mano de su implicación con la ESI, construcción que tiene un recorrido de varios años.

Las prácticas pedagógicas tienen impacto cuando se realizan y a posteriori. La rayuela se llevó a cabo en el 2022, hoy muchos y muchas estudiantes que participaron ya no están en la escuela porque han egresado, pero también hay otros nuevos que la sienten propia, que se la fueron apropiando. Las rayuelas están emplazadas en el centro de los dos patios de la escuela y podemos observar que el estudiantado más pequeño juega en ella, leen sus frases, se sientan junto a ellas, etc. Los y las estudiantes que sí participaron se reconocen en las rayuelas, de esta manera comprendemos que estos proyectos colectivos generan pertenencia. La participación estudiantil, y de la comunidad educativa, crea sentidos de pertenencia a la institución escolar y, a su vez, puede producir un efecto de anclaje ante un escenario donde prima la incertidumbre. Habitar la escuela en el recreo como espacio de socialización, y la rayuela, sus colores fuertes, sus frases, sus dibujos marcan presencia en los patios de una manera que empodera el estar siendo ahí, lo común entre todos y todas. Los recreos ya no son lo mismo.

Se ha presentado la experiencia en el Proyecto Provincial “Las Escuelas Hacen”, Rayuela colaborativa Rosas.mp4 siendo seleccionada en la Región 3, por el Nivel Secundario; también fue presentado en la convocatoria del INADI, en la Campaña Federal, “Escuelas sin discriminación”, formando parte del video a nivel nacional Rayuela Rosas (INADI).mp4 , y en La Feria del Libro de La Matanza, “Primavera de libros 2023”.

Contacto: Instituto J.M. de Rosas, Escuela Nivel Secundario, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina.  Tel: +54 91164714327  marina_trejo@hotmail.com

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