¿Qué está pasando en EIS a nivel global?
Ecos de la CPD58
A 31 años del Programa de Acción de Cairo, la 58° Comisión de Población y Desarrollo (CPD58) culmina sin consenso. Compartimos algunas apreciaciones de este encuentro realizado en abril de este año, en Nueva York.
Por: Cecilia Stapff, Directora General, Iniciativas Sanitarias
A comienzos de abril del presente año, tuvo lugar en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, las 58 Comisión de Población y Desarrollo (CPD58) la cual tuvo como tema central: Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.
La CPD es un mecanismo intergubernamental que desempeña el papel principal en el seguimiento de la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo adoptado en 1994, en Cairo.
La CPD constituye un espacio fundamental en el que los gobiernos, los organismos de las NU, la sociedad civil, la academia y las juventudes se reúnen para debatir las prioridades y asumir compromisos comunes en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos. Durante más de 30 años, los gobiernos han acordado normas y políticas que promuevan el acceso a servicios de salud igualitarios e inclusivos para mujeres y niñas.
Este encuentro es fundamental para fortalecer consensos y renovar la agenda de derechos a nivel mundial.
Actualmente hay una tendencia regresiva en el contexto global. Una pequeña minoría de países extremistas contrarios a los derechos, están decididos a utilizar este espacio para atacar la Agenda de Desarrollo Sostenible y han obstaculizado cualquier iniciativa de consenso que incluya lenguaje clave que ya había sido acordado anteriormente. Esto constituye un claro ataque a la agenda de derechos y una amenaza al multilateralismo y la cooperación, impidiendo que la comunidad internacional avance y progrese en favor de la salud, los derechos y el bienestar de las personas.
Frente a los esfuerzos por entorpecer los debates y las negociaciones, una gran mayoría de países ha dado un paso al frente para mantener la línea del derecho a la salud, especialmente de mujeres y niñas. Esto trajo como consecuencia que la Comisión culminara sin documento de consenso, lo cual implica una debilitación del espacio.
En la región de LAC tenemos el Consenso de Montevideo, el cual sigue vigente y constituye una herramienta estratégica y transformadora, siendo el documento de acuerdos más avanzado en materia de derechos.
En tiempos donde la desigualdad aumenta y las brechas se profundizan, debemos establecer y articular estrategias que permitan contrarrestar los impulsos regresivos.
Es el momento para que los gobiernos, las agencias de la ONU, la academia y la sociedad civil se unan, para trabajar juntos en defensa del multilateralismo, la paz, los derechos humanos y la igualdad de género.